Ingredientes para 4 personas:
- Aceite de girasol, 2 vasos (medio litro)
- Agua, 1/2 vaso (125 ml)
- Harina de trigo, 250 gr (aproximadamente)
- Leche entera o semidesnatada (en mi caso sin lactosa), 1/2 vaso (125 ml)
- Levadura química, 1 cucharadita colmada
- Sal fina, cantidad al gusto
Utensilios:
- Bol grande
- Cucharilla de postre, para medir la levadura
- Jarra medidora o peso de cocina, para medir la harina
- Papel de cocina
- Pinzas de cocina
- Plato llano
- Varillas manuales
Elaboración:
Compra los calamares el mismo día de su consumición.
Cuando llegues a casa, guarda los calamares en el frigorífico hasta la hora de su elaboración.
Llegado el tiempo vierte en el bol, el medio vaso de leche, el medio vaso de agua y la cucharadita de levadura.
A continuación añade la harina de poco a poco, batiendo con las varillas manuales tras cada nueva incorporación. Yo empleé 250 gr de harina. La masa debe quedar semi-líquida, con la consistencia de unas natillas.
Seguidamente vierte el medio litro de aceite de girasol en una sartén amplia y caliéntalo a fuego alto, nº 9/10 de la placa vitrocerámica.
Cuando el aceite esté caliente reboza cada anilla de calamar en la masa y échalo en el aceite caliente.
Tras esto fríe los calamares dándoles la vuelta de vez en cuando para que se doren bien por todos lados.
Cuando los calamares tengan un bonito color dorado, sácalos de la sartén y déjalos reposar sobre un plato cubierto de papel de cocina para eliminar la grasa sobrante.
"El estado de tu vida no es más que un reflejo del estado de tu mente".- Wayne Dyer
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