Ingredientes para 2 personas:
- Aceite de oliva, el suficiente para cubrir el fondo de una sartén pequeña
- Ajo, un diente
- Cominos molidos, una cucharadita rasa
- Guindilla, 1
- Huevo, 2
- Judías verdes congeladas, 450 gr
- Pan del día anterior, 2 rebanadas
- Pimentón dulce, una cucharadita rasa
- Sal fina, cantidad necesaria
- Sal gruesa, una cucharadita
- Vinagre de Jerez, una cucharada
Utensilios:
- Cacerola
- Cuchara de madera
- Cuchillo de sierra
- Escurridor
- Mortero
- Sartén grande con su tapadera
Elaboración:
Comienza cociendo las judías verdes en suficiente agua que las cubra con una cucharadita de sal gruesa hasta que estén al dente. Para esta receta las judías deben quedar algo duras.
Una vez estén cocidas, escúrrelas y resérvalas.
Seguidamente corta dos rodajas gruesas de pan del día anterior.
A continuación vierte un buen chorreón de aceite de oliva en la sartén y caliéntalo a fuego medio, nº 6 de la placa vitrocerámica.
Cuando el aceite esté caliente añade la guindilla junto al diente de ajo pelado y entero y sofríelo durante un minuto.
Transcurrido el tiempo añade las rebanadas de pan y fríelas hasta que estén doradas.
Cuando las rebanadas de pan estén fritas retíralas del aceite y machácalas en el mortero junto con el ajo hasta que quede una pasta. La guindilla puedes desecharla o dejarla en el aceite, eso va al gusto.
Tras esto retira un poco de aceite de oliva de la sartén y añade las judías que tenías reservadas junto a una cucharadita de pimentón dulce; remueve bien y rápidamente, para evitar que el pimentón se queme, añade el contenido del mortero junto a un vaso de agua.
A continuación añade la cucharadita de cominos molidos, y la cucharada de vinagre de Jerez. Tras esto remueve bien y deja cocer durante un par de minutos para facilitar que el vinagre se evapore un poco.
Llegados a este punto, prueba y rectifica de sal si fuera necesario. Si el guiso estuviera muy seco podéis echar un poco más de agua.
Continúa cocinando las judías a fuego lento hasta que estén a tu gusto.
Cuando estén listas, casca los huevos, échalos al guiso. y sazónalos al gusto con unas pizcas de sal fina.
Tras esto tapa la sartén para que los huevos se hagan más rápidos y déjalos cocinar a fuego lento hasta que los huevos estén cuajados.
Cuando los huevos estén cuajados, retira del fuego y sirve.
Se toman calientes y recién hechas.
Espero que os guste.
"El ego no puede vivir sin hacer juicios"
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