Estos tallarines con langostinos conquistarán a todos tus comensales con su sabor exótico y su irresistible textura. Es una receta fácil de preparar, perfecta para quienes disfrutan de la cocina con un toque oriental.
Además, los langostinos son una excelente fuente de proteínas de alta calidad y aportan minerales esenciales como el yodo, el zinc y el selenio, todo con un bajo contenido en grasas. Un plato sabroso, equilibrado y lleno de carácter. Espero que os guste!!
Ingredientes para cuatro personas:
- Aceite de oliva "virgen extra", dos cucharadas
- Ajos, diez dientes
- Hoja de laurel, una hoja
- Langostinos crudos, 800gr
- Tallarines, 400gr
- Sal gruesa, una cucharada rasa (para salar el agua de cocción de la pasta)
- Sal fina, cantidad necesaria
Para la salsa:
- Salsa de Soja, seis cucharadas
- Salsa Worcestershire o salsa Perrins, dos cucharadas
- Salsa Tabasco, dos cucharaditas
- Miel, una o dos cucharadas dependiendo de lo picante que queráis
Utensilios:
- Olla proporcionada
- Sartén proporcionada
- Cuchara de madera
- Escurridor de pasta
- Tabla de cocina
- Cuchillo de cocina pequeño
- Tijeras de cocina
- Un cuenco
- Una cuchara sopera y otra de café para las medidas
Elaboración:
Comienza pelando y limpiando cuidadosamente los langostinos. Con unas tijeras, corta la cabeza y la cola, y luego, con la ayuda de un cuchillo pequeño, retira la cáscara por completo. Realiza un corte superficial a lo largo del lomo y, con la punta del cuchillo, extrae el hilo oscuro (los intestinos) para dejarlos perfectamente limpios. Una vez listos, resérvalos hasta el momento de cocinarlos.
Seguidamente cuece la pasta en abundante agua con una cucharada rasa de sal gruesa y una hoja de laurel, el tiempo que indique el fabricante.
Mientras tanto, prepara la salsa. En un bol, mezcla seis cucharadas de salsa de soja, dos de salsa Perrins, dos cucharaditas de tabasco y dos de miel. Remueve bien hasta que todos los ingredientes queden perfectamente integrados y reserva la mezcla hasta el momento de utilizarla.
Cuando la pasta esté al dente, escúrrela, reservando un poco del agua de la cocción, y resérvala hasta su utilización.
A continuación pela y lamina los dientes de ajo.
Tras esto vierte el aceite de oliva en la sartén y caliéntalo a fuego medio, nº6 de la placa vitrocerámica.
Cuando el aceite esté caliente, pero sin que llegue a humear, añade los dientes de ajo laminados. Sofríelos a fuego medio hasta que tomen un ligero tono dorado, cuidando que no se quemen. En cuanto estén en su punto, retíralos del aceite y resérvalos.
Seguidamente añade los langostinos, añade un poco de sal fina y sofríelos ligeramente.
A continuación añade la pasta escurrida, un poco del agua de la cocción y la salsa que tenías reservada. Mezcla todo bien y sirve enseguida añadiendo a cada plato un poco de los ajos laminado.
Están riquísimo!!


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