Muy fáciles y sabrosas
Ingredientes para 4 personas:
- Costillas de cerdo, un kilo y medio
- Aceite de oliva "virgen extra", 3 cucharadas
- Ajo, 12-16 dientes
- Caldo de pollo, 2 vasos
- Vino blanco, 1 vaso
- Sal fina, cantidad al gusto
- Pimienta negra molida, cantidad al gusto
- Hierbas provenzales, cantidad al gusto
- Perejil, cantidad al gusto
Utensilios:
- Cazuela proporcionada
- Cuchara de madera
- Cuchillo pequeño
Elaboración:
Comienza condimentando las costillas con sal al gusto, pimienta negra molida y hierbas provenzales.
Tras esto vierte las tres cucharadas de aceite de oliva en una cazuela y caliéntalo a fuego fuerte.
Cuando el aceite esté caliente, añade las costillas y sofríelas por ambas caras hasta que empiezen a tomar color. Si no te caben todas las costillas de golpe, hazlas en varias tandas.
Cuando las costillas estén doradas, añade los dientes de ajo pelados y enteros. Si tuviste que hacer las costillas en varias tandas, échalas todas a la cazuela y después añade los dientes de ajo.
Tras esto baja el fuego a temperatura media, nº 6 de la placa vitrocerámica y deja cocinar las costillas tapadas hasta que los dientes de ajo hayan cogido algo de color.
Seguidamente añade el vaso de vino blanco, sube el fuego al nº 7 de la placa vitrocerámica y deja cocinar unos minutos con la cazuela destapada hasta que el alcohol del vino se evapore.
Transcurrido el tiempo añade los dos vasos de caldo de pollo, tapa la cazuela y deja cocinar a esa misma temperatura por espacio de una hora más o menos. Ve revisando el guiso y añade más caldo si fuera necesario.
Cuando las costillas estén tiernas aparta del fuego y espolvorea con un poco de perejil picado.
Están buenísimas...
- “¡Qué pequeñas son mis manos en relación con todo lo que la vida ha querido darme!” Ramón J. Sénder
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