Ingredientes para 4 personas:
- Aceite de oliva, 1/2 vaso (125 ml)
- Ajos, 12 dientes
- Perejil picado (opcional)
- Pimienta negra molida, cantidad al gusto
- Pollo, uno de 1kg aproximadamente
- Sal fina, cantidad al gusto
- Vino blanco seco, un vaso (250 ml)
Utensilios:
- Cacerola con su tapadera
- Cuchara de madera
- Pimienta negra molida, cantidad al gusto
- Pinzas de cocina
- Tabla de cocina para cortar
- Vaso, te servirá para medir el aceite y el vino
Elaboración:
Comienza troceando el pollo en pedacitos pequeños o mucho mejor, pídele al carnicero/a que lo haga por ti.
Seguidamente salpiméntalo con sal fina y pimienta negra molida.
A continuación pela los dientes de ajo y déjalos enteros.
Tras esto vierte el medio vaso de aceite de oliva en la cacerola y caliéntalo a fuego medio, nº 5 de la placa vitrocerámica.
Cuando el aceite esté caliente echa los dientes de ajo y sofríelos hasta que estén ligeramente dorados.
Una vez tengas listos los dientes de ajo, sácalos del aceite y resérvalos en un plato.
Después echa los trozos de pollo en la cacerola por tandas y fríelos (en el mismo aceite) a fuego alto, nº 9 /10 de la placa vitrocerámica hasta que estén dorados.
Una vez tengas todos los trozos de pollo dorados, colócalos nuevamente en la cacerola, añade los dientes de ajo y el vaso de vino blanco. Tapa la cacerola y déjalos que se cocinen a fuego medio, nº 6 de la placa vitrocerámica durante 15 minutos.
Sirve caliente.
Puedes condimentarlo con perejil picado, yo los dejo así tal cual, me gusta más.
"El mayor defecto de los defectos es no darse cuenta de ninguno de ellos"
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