Hoy vamos a equilibrar la alimentación de la semana con un plato sencillo, ligero, sano, natural y muy, muy rico. Este plato lo puedes tomar como un primero o como plato único, a la hora del almuerzo o en la cena. Espero que os guste, feliz día.
Ingredientes para dos personas:
- Aceite de oliva, 6 cucharadas
- Judías verdes planas frescas, 300 gr
- Patatas, 2 de tamaño grande
- Pimienta negra molida, cantidad al gusto
- Pimientos del piquillo, 4 unidades
- Sal fina, cantidad al gusto
- Sal gruesa, 1 cucharilla de postre (para hervir las judías verdes)
Utensilios:
- Cacerola de tamaño mediana
- Cacerola pequeña
- Cuchara de madera
- Cucharilla de postre, te servirá para medir la sal gruesa
- Cuchara grande, te servirá para medir el aceite de oliva
- Cuchillo grande y afilado de cocina
- Escurridor grande de cocina
- Sartén grande antiadherente
- Tabla de cocina para cortar
Elaboración:
Vamos a comenzar introduciendo las patatas con su piel en una cacerola y cubriéndolas de agua.
Tras esto lleva la cacerola al fuego y deja cocer las patatas a temperatura alta durante 20 minutos o hasta que estén tiernas.
Seguidamente despunta las judías verdes y córtalas en trozos. Yo suelo partirlas en trozos grandes pero puedes cortarlas en trozos más pequeños si te gusta más.
A continuación coloca las judías en una cacerola pequeña, cúbrelas de agua y llévala a ebullición.
Cuando el agua comience a hervir, añade una cucharilla de sal gruesa, remueve y deja que las judías se ablanden durante 12 minutos o hasta que estén a tu gusto. A mí me gusta dejar las judías "al dente, pero tu puedes darle la consistencia que desees.
Transcurrido el tiempo escurre las judías verdes y refréscalas unos segundos bajo el chorro del agua fría del grifo, con esta acción detendremos su cocción.
Cuando las patatas estén tiernas, sácalas del agua, córtalas en rodajas gruesas y salpimenta cada rodaja con sal fina y pimienta negra al gusto. Puedes pelar las patatas una vez cocidas o puedes dejarlas con su piel. Yo las dejo con la piel.
Seguidamente vierte dos cucharadas de aceite de oliva en una sartén amplia y caliéntalo a fuego fuerte.
Cuando el aceite esté caliente, echa las patatas, las judías y los pimientos del piquillo cortados en tiras.
Saltea el conjunto durante un par de minutos y sirve.
Sirve este plato caliente y rocía cada uno con dos cucharadas de aceite de oliva (en crudo), ya verás que sabor más rico le da.
Algunos consejillos:
- Puedes tomar este plato acompañado de pecado frito, por ejemplo, de esta manera tendrás un menú sano y completo.
- Para saber si las patatas están tiernas, pincha una de ella con una brocheta, si la brocheta se hunde con facilidad, las patatas están listas.
Sano, fácil y bajo en calorías.
"Si juzgas por la apariencia, se puede dudar de tu inteligencia".- Slipknot
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