Ingredientes para 6 raciones:
- Aceite 6 cucharadas
- Ajos, 4 dientes de buen tamaño
- Cebolla, 1 de tamaño grande
- Cominos molidos, 1 cucharadita rasa
- Espinacas congeladas, 450 gr
- Garbanzos cocidos, 500 gr, los puedes comprar ya cocidos o cocerlos tu mismo (como cocer garbanzos, ver aquí)
- Pimienta negra molida, 1/2 cucharadita rasa
- Pimentón dulce, 1 cucharadita rasa
- Pimentón picante, 1 cucharadita rasa
- Sal fina, cantidad al gusto
*Nota: Puedes poner las dos cucharaditas de pimentón picante o las dos de pimentón dulce o una de cada.
Utensilios:
- Cacerola de tamaño proporcional con su tapadera
- Cuchara de madera
- Cuchillo afilado de cocina
- Escurridor de cocina
- Olla rápida (si vas a cocer los garbanzos)
- Sartén pequeña
- Tabla de cocina
Elaboración:
Si has comprado los garbanzos ya cocidos, abre el bote, escúrrelos, enjuágalos bien bajo el chorro del agua fría del grifo y resérvalos.
Seguidamente pela y pica los dientes de ajos.
A continuación pela y pica en dados la cebolla.
Tras esto añade tres cucharadas de aceite de oliva en la cacerola y caliéntalo a fuego medio-alto, nº 7 de la placa vitrocerámica.
Cuando el aceite esté caliente echa los dientes de ajo picados y sofríelos hasta que estén ligeramente dorados.
Llegados a ese punto echa la cebolla picada y una poquita de sal. Remueve bien, tapa la cacerola, baja el fuego al nº 5 de la placa vitrocerámica y deja que la cebolla se ablande por espacio de 10 minutos.
Transcurrido el tiempo añade las espinacas sin descongelar y déjalas cocinar hasta que se descongelen por completo.
Cuando las espinacas estén descongeladas, añade la pimienta negra molida y la cucharadita de cominos molidos.
A continuación añade los garbanzos cocidos junto con el agua de cocción, retira la hoja de laurel y cocina todo junto a fuego suave por espacio de 20 minutos para integrar los sabores. Si tus garbanzos son de bote, añade los garbanzos y cúbrelos con agua fresca.
Diez minutos antes de finalizar, vierte las tres cucharadas de aceite de oliva restantes en la sartén pequeña y caliéntalo a fuego fuerte, cuando el aceite esté caliente pero sin que llegue a humear, retira la sartén del fuego y añade las dos cucharaditas de pimentón (pueden ser dos cucharaditas de pimentón picante, dos de pimentón dulce o una de cada), remueve rápidamente y vierte enseguida al guiso para evitar que el pimentón se nos queme.
Seguidamente remueve el guiso con cuidado y termina con el tiempo de cocinado.
Puedes servir enseguida o reservar el guiso hasta la hora de comer.
Este guiso se toma caliente y está mucho mejor al día siguiente de su preparación.
Espero que os guste.
"La felicidad es una elección".-
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